El valor de un profesor para los estudiantes

es salirse del centro de atención y saber comprenderlos, organizar las sesiones de trabajo de modo eficiente, tener entusiasmo en el ejercicio docente y un conocimiento profundo del campo en el que ejerce.
El valor de un profesor para la institución

es ser un buen docente -diseñador de experiencias de aprendizaje y mentor-, un buen investigador -diseñador de redes internacionales y autor de publicaciones-, y un buen gestor -como un intraemprendedor-.
La expansión definitiva de la universidad hacia modelos híbridos expandidos requiere de los mejores conectores docentes

El profesor no es un divulgador de contenidos. Debe diseñar una experiencia emocionante de aprendizaje que trascienda los aspectos temáticos. Además debe ser un buen mentor, empático con las necesidades del estudiante. Ubicar a los mejores docentes para realizar las sesiones del primer año.